martes, 20 de abril de 2010

ELECCIONES ESTUDIANTILES: Pedagogía y Responsabilidad


Por: Javier Periñán Noriega
Docente Ciencias Económicas y Políticas

Reflexionar sobre la pedagogía que se puede desarrollar a través de la práctica de elecciones estudiantiles dadas en las escuelas del país, pero especialmente en nuestra institución, en virtud de lo consagrado en la Ley General de Educación, resulta un ejercicio pertinente.

En primer lugar, porque formar ciudadanos comprometidos, respetuosos de la diferencia de criterio y críticos de las malas prácticas políticas que carcomen nuestra democracia, es una necesidad indiscutible en Córdoba y en Colombia; y en segundo lugar, porque todo proceso pedagógico requiere de la revisión y análisis a fin de determinar el impacto y alcance de sus estrategias en el logro de la transformación actitudinal que buscaba.

El propósito primordial de esta actividad, es contribuir al desarrollo de unas competencias ciudadanas sanas y apropiadas desde la infancia, que conduzcan a la formación de ciudadanos comprometidos consigo mismos, con su familia y con su comunidad; unos ciudadanos participativos y respetuosos de los procesos colectivos; unos ciudadanos defensores de la prevalencia del interés general sobre el particular; y unos ciudadanos que condenen y rechacen toda forma de corrupción como prácticas políticas cotidianas.

En síntesis, lo que se busca es construir en la “ESCUELA” un modelo de ciudadano integral, respetuoso, tolerante, participativo, plural, justo y honesto, y desde allí exportar ese modelo hacia la sociedad colombiana a fin de transformarla, de mejorarla; y NO al contrario, importar de la sociedad y replicar en la escuela, prácticas detestables como: la compra de votos, el clientelismo, el carrusel, las alianzas de políticos con criminales, el fraude electoral, la violación al régimen de inhabilidades e incompatibilidades, entre otros males que hoy por hoy tanto nos avergüenzan y agobian.

En las elecciones estudiantiles, como ejercicio pedagógico, corresponde a los estudiantes liderar las acciones propias del debate y la jornada electoral tales como: presidir el cuerpo de jurados en las mesas de votación, verificar y sellar las urnas, iniciar las votaciones, verificar listado de votantes, refrendar con su firma la validez del voto, cerrar las votaciones, escrutar y promulgar los resultados. A los docentes, sólo, nos corresponde la tarea de acompañar, apoyar y respetar la decisión autónoma de ellos.

Indica un proverbio oriental, que cuando se alza la mano para señalar con el dedo índice a un culpable, tres dedos nos señalan a nosotros. En este sentido, cabe preguntarnos ¿hasta dónde directivos, docentes, estudiantes y padres de familia estamos siendo consecuentes con el propósito antes mencionado?, ¿Estamos contribuyendo a crear un nuevo modelo que a partir de la escuela se irradie a la sociedad, o pretendemos, consciente o inconscientemente, replicar aquí viejas costumbres políticas?.

Directivos, docentes, estudiantes y la comunidad en general, debemos respaldar y apoyar las gestiones de la personera electa y demás estudiantes elegidos miembros del Consejo Estudiantil para que sus maravillosas propuestas se puedan convertir en hechos ciertos y palpables.

¡La responsabilidad es de todos! Si los muchachos fracasan en esta loable tarea, fracasamos todos sin excepción.


BIBLIOGRAFÍA

MEN, Guía Nº 6, Formar para la Ciudadanía ¡Si es Posible!. Ministerio de Educación
Nacional. 2004.

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